
Mi Primera Faja: La Guía Definitiva para Ponértela sin Estrés
¡Hola, chicas! Hablemos de ese momento emocionante pero un poco intimidante: cuando compras tu primera faja de compresión. Es normal tener mil preguntas. "¿Me quedará?", "¿Podré respirar?", "¿Sabré cómo usarla correctamente?". Son preocupaciones súper normales, así que tranquilas. Ponerse una faja por primera vez es una cuestión de técnica, no de fuerza. Hoy les voy a dar mis trucos para que se la pongan como unas expertas desde el primer día.
Paso 1: Prepara el Terreno
Antes de empezar, el secreto número uno es tener la piel completamente seca. No se apliquen cremas ni aceites justo antes, porque la faja se pegará y será una batalla campal subirla. Un poquito de talco puede ser un buen truco si tienden a sudar. Pueden ponérsela de pie o sentadas en el borde de la cama; prueben ambas formas y quédense con la que les resulte más cómoda.
Paso 2: De Abajo hacia Arriba, con Paciencia
Ahora, a la acción. Si estás sentada, toma una de las piernas de la faja y enróllala con tus manos, exactamente como harías con una media panty. Con delicadeza, introduce tu pie y deslízala suavemente por la pierna. Repite el proceso con la otra. Si estás de pie, puedes poner la faja al revés en el suelo y meter una pierna y luego la otra. Una vez que tengas ambas piernas dentro, sostén la faja desde la parte superior de las piernas y empieza a subirla poco a poco, asegurándote de que se ajuste bien a tus muslos sin crear arrugas.
Paso 3: Acomoda la Faja en tu Torso
Una vez que la faja esté posicionada en tus caderas, agarra firmemente los bordes y súbela con cuidado hasta que alcance tu cintura, justo debajo del busto. En este punto, no te preocupes por abrocharla todavía. El objetivo es que toda la tela esté en su lugar. Si tu faja post cirugía tiene tiras, ahora es el momento de pasarlas por tus hombros y ajustarlas para que te sientas cómoda, pero sin que queden demasiado tensas. Asegúrate de que no queden pliegues en la espalda o el abdomen.
Paso 4: El Truco Final para Abrocharla Fácilmente
Este es el paso que a todas nos asusta al principio, ¡pero es más fácil de lo que parece! Para abrochar tu faja colombiana, el secreto es juntar ambos lados de la tela hacia el centro de tu abdomen con una mano, como si quisieras que se tocaran. Esto libera la tensión. Con la otra mano, empieza a enganchar los broches desde abajo hacia arriba. Verás que al reducir la distancia, abrocharla es mucho más sencillo y no requiere tanta fuerza.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
P1: Siento que la faja me aprieta mucho, ¿es normal?
R: Es normal sentir una compresión firme, como un abrazo ajustado, pero nunca debe causar dolor, dificultad para respirar o dejar marcas profundas que no desaparecen. Si sientes eso, es muy probable que no sea tu talla correcta. ¡Nunca sacrifiques tu comodidad por "más compresión"!
P2: ¿Qué hago si la faja se me enrolla en las piernas o en la cintura?
R: Si la faja se enrolla, generalmente es una señal de que la talla no es la adecuada o de que no se subió y acomodó correctamente desde el principio. Asegúrate de que la piel esté seca y de que los bordes (muchos con bandas siliconadas) estén bien adheridos a tu piel.
P3: ¿Cómo voy al baño con una faja de cuerpo completo?
R: ¡La mejor parte del diseño moderno! La mayoría de las fajas de cuerpo completo, como muchas de Fajas Salomé, tienen una apertura perineal (un espacio en la zona íntima) precisamente para que puedas ir al baño sin necesidad de quitártela toda. ¡Es un salvavidas!
